
A finales de mayo el Congreso Nacional Africano perdió su mayoría absoluta parlamentaria necesitando hacer alianzas para gobernar. Sudafrica es una república parlamentaria. El parlamento elige al Presidente. En 1994 los sudafricanos eligieron a Mandela como el primer presidente acabando con el ignomioso régimen racista del apartheid. Después de décadas de lucha y sufrimiento la población de color ganó la libertad política. Por primera vez la mayoría de los ciudadanos se sintió libre . Mandela en su discurso de aceptación de la Presidencia, un símbolo de la lucha de liberación, prometió a los sudafricanos casa, educación y empleo. No solo libertad política también económica y social. Treinta años después los negros de Sudafrica han cuestionado su promesa. El resultado electoral ha hablado claro. Un 17% menos de sudafricanos han dejado de votar al ANC y han optado por posiciones de izquierda más radical. Exigen reformas económicas y sociales en la propiedad de las riquezas nturales y la tierra. El partido blanco y pro-empresa de Acción Democrática (AD) practicamente se ha mantenido igual que en las elecciones de 2019. Subió un punto. El MK un nuevo partido de izquierda formado por Zuma un antiguo Presidente y veterano militante del ACN y el EFF, el Partido de los luchadores de la Libertad Económica de Julios Malema han sido los ganadores. Entre ellos suman más votos que el AD. En esta entrevista con Siscu Baigues hablamos de lo que ha ocurrido para llegar a esta situación.