Desde principio de octubre Claudia Sheinbaum es la nueva Presidenta de México pero el rumbo del país no sera alterado. Las mañaneras han seguido sin interrupción. Casí el 80% de los méxicanos seguían apoyando a Andres Manuel Lopez Obrador cuando éste acabó su mandato. La economía estaba bien y muchos de ellos habían mejorado su situación económica. El salario medio se había duplicado, el peso revalorizado y las reservas nacionales incrementadas. La población no las élites se habían beneficiado de su gobierno y por eso lo aclamaban en el Zocalo agredeciendo su trabajo.
Hace seis años AMLO (2018-2024) comenzó un proceso de cambio de régimen pensando en las necesidades de los mexicanosde a píe y no en las élites y sus amigos transnacionales cómo había caracterizado la política mexicana del PRI-PAN desde la instauración del neoliberalismo en la década de 1980. AMLO quería cambiar eso de que «Mexico es un Estado rico con mexicanos pobres». No hay duda que sus políticas sociales han dado un paso adelante. Cada mes de su mandato 100 mil méxicanos han salido de la pobreza. El Estado ha recuperado sectores estratégicos: míneros, energéticos y de transporte. Ha combatido eficazmente a la corrupción (ha podido financiar proyectos importantes de infraestructura con lo no robado y saqueado); y ha hecho lo que ha podido para dignificar la nación regenerando un ejército méxicano con un pasado negro de brutal represión contra los movimientos de los de abajo.
En esta entrevista de Siscu Baiges hemos hablado del proyecto de la nueva Presidenta y sus desafíos. Su apuesta por la continuidad de la política de justicia social parece garantizada. Los indigenas, la población más pobre del país, jugo un papel importante en las ceremonias de su proclamación y se mantuvo firme en exigir a España perdón por su invasión y destrución que le acompañó. Hay que tener en cuenta además que Claudia Sheinbaum tiene una vida política por si misma. Viene de los movimientos sociales de las luchas universitarias de la UNAM, de las Adelitas y su lucha contra la privatización del petróleo. No es una trepa política , es una activista que como AMLO quiere influir positivamente en la vida de la gente, no en gestionar los intereses del neoliberalismo. A diferencia de AMLO es mujer y es una científica que ganó un prémio nobel como parte de un equipo de Naciones Unidas que investigó el cambio climático. Es seguro que bajo su mandato se podrá hablar de una 4 Transformación con características feministas y respeto al medio ambiente.