Texto y Fotos de Mark Aguirre

China ha cruzado el rio de la modernidad

Mientras Europa y Estados Unidos estaban en guerra los últimos tres años en Ucrania y Oriente Medio gastando reursos y dinero, China invertía en infraestrutura, ciencia e investigación. La brecha tecnológica se cerraba. China lídera ya hoy en sectores económicos claves para la economía del siglo XXI. La hipótersis de que China y el Pacifico se iban a convertir en el centro de la economía-mundo durante el siglo XXI se esta verificando. El autor vivió en Beijing cuando el Partido Comunista decidio modernizar a China en la decada de 1990. Treinta años después ha vuelto y ha sido testigo de la constante transformación que conoce el país.

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El Presidente Trump ha acabado tocando la trompeta de la retirada en su guerra arancelaria con China. Pensó que China bajaría su cabeza. Pero se encontró enfrente con un rival que no era el que creía. China había ganado musculo, sobre todo económico pero también militar en los últimos años y estaba decidida a hacerle frente.

China ve la  política nacionalista de América Primero de Trump como chovinista. Estados Unidos buscaría seguir beneficiándose del unilateralismo a costa de los demás países. Un multilateralismo  -la  propuesta china- ayudaría a considerar intereses generales sobre ventajas particulares reduciendo o manejando los conflictos. China denuncia la hipocresia de Estados Unidos y Europa al acusarle de belicista cuando el presupuesto militar de Estados Unidos es al menos 3 veces mayor que el de China y 10 veces al de Rusia y Europa quiere armarse más.

Para Beijing los aranceles impuestos por Trump no son solo una cuestion económica, forman parte de un conflicto mayor geopolitico que busca parar su éxito económico. Por algo son los más altos desde la década de los años treinta del siglo pasado, una década proteccionista que abrió el ascenso del fascismo en occidente y Japón y marcó el porvenir del mundo por décadas. 

Trump parece darle razón al revocar las visas de estudiantes chinos en Estados Unidos, hay alrededor de 300 mil, y prohibir la exportación a China de motores de avión, -uno de los pocos sectores que lídera Estados Unidos-  semiconductores y ciertos productos químicos y de maquinaria. Trump extendía el conflicto del comercio a las cadenas de suministro mientras llamaba a sus aliados en el Este de Asia y Europa a armarse. El tono geopolitico emergía en la crisis.

China produce el 70% de las tierras raras a nivel mundial y procesa al menos el 90% de las mismas.  Produce también hasta el 99% de algunos imanes críticos para la producción de armas sofisticadas. Las tierras raras y sus imanes son necesarias en la fabricación de coches eléctrios, drones, robots, semiconductores, industria aereoespacial, misiles…Consultores han señalado que Estados Unidos necesitaría al menos cinco años para estar en condiciones de producirlos. China detuvo las exportaciones de las mismas a Estados Unidos como respuesta a las medidas contre ella de Trump y en semanas la Ford tuvo que cerrar temporalmente una fábrica en Chicago por falta de ímanes.

Economistas han advertido que los empresarios de Estados Unidos pueden tener problemas en sustituir lo que compran a China. Eso significaría estanterías vacías, inflacción y recesión. Baste como ejemplo que construir barcos en EEUU como propone Trump es cinco veces mas caro y requiere mas tiempo que comprarselos a China. Eso quiere decir que mientras China construiría cinco barcos Estados construiría uno y en menos tiempo.

Es muy probable que los aranceles pongan en aprietos en el corto plazo al sector exportador chino. Podría llegar a perder hasta 15.8 millones de empleos en el peor de los escenarios según Nomura Securites. 180 millones de chinos trabajan directa o indirectamente en el sector del comercio exterior. No puede haber un ganador neto en esta guerra pero China ha mostrado tener una gran resiliencia. Ha creado en estoa años una ingienería de la globalización desconocida hasta ahora. Por ejemplo cuando Estados Unidos empezó a poner trabas a los productos chinos Temu puso a miles de pequeñas fabricas de Guangzou en el corazón del mercado de Estados Unidos. Lo hizo con sus nuevas aplicaciones y envíos directos a los consumidores evadiendo las restricciones impuestas a las importaciones chinas. Temu fue fundada en el año 2022. En tres años de existencia está facturando 50 mil millones de dólares anuales. Ingienerias similares han permitido a China sustituir las importaciones de Estados Unidos con mercados del Este de Asia en un breve periodo. Esta trabajando para que fábricas chinas alrededor del mundo, no solo en China, puedan reconstruir las cadenas de abastecimiento industrial rotas con los aranceles y las prohibiciones de Washington poniendo a la economía china en el centro de un nuevo poder económico y tecnológico más orientado hacia Asia. Mientras Estados Unidos pone aranceles China ha abierto su mercado a los productores africanos al quitarlos completamente. El comercio africano girará todavía más hacia China.

Parece que Trump no entendió al principio el impacto de su política. El Pentagono tuvo que informarle que se estaban quedado sin samarium uno de esos metales raros que se necesitan para producir armas sofisticadas. Se vio obligado a llamar por telerfono a Xi Jinping, el líder chino, para resolver el problema. Dicen que Xi estaba esperando la llamada.  Acordaron una reunión entre ambos paises para discutir el conflicto comercial. No se hizo público lo que acabaron acordando en Londres pero según el The New York Times parece que  Trump tuvo que recular. La declaración oficial dice que se establecio un marco para futuras negociaciones. Lo unico que se sabe es que de momento se ha vuelto al punto de salida. No puede haber ganador en la batalla comercial.

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No es verdad que la agresividad de los Senadores de Estados Unidos contra China sea por su ideología “comunista” o “autoritaria”. Lo que les asusta de China es su extraordinario éxito económico. Tic Tok, Huawei ú otras muchas compañías públicas y privadas estan cambiando la estructura de poder económico global. Lo ha mostrado Deep Seek con la inteligencia artificial. Esta compañía privada ha logrado desarrollar la IA hasta un nivel similar al de los Estados Unidos. Lo ha hecho a su manera y de una forma mucho más barata y por tanto eficiente. Lo que asusta a los Senadores democrátas y repúblicanos es el diseño de productos, tecnologías y sectores económicos nuevos de alto standard producidos de manera propia y competitiva por China.

 El poderío de China descansa en su tamaño ,1400 millones de habitantes en un territoro el doble que el de la Unión Europea, y en este impresionante éxito económico de los últimos 40 años, un éxito que ha definido toda una época. Historiadores lo comparan con los cambios en Inglaterra tras  la Revolución Industrial o el desarrollo de Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX, períodos con impacto excepcional en el sistema internacional por el reacomodo de fuerzas militares que suelen acompañarle.

Hasta hace poco la fabrica más grande de coches del mundo estaba en Wolfsburg, Alemania. Ahora el honor lo tiene BYD, una compañía china de coches electricos que es capaz de producir en su fábrica en la provincia de Henan el doble de coches que Volkswagen producia en Wolfsburg. Lo hace con robots diseñados y producidos en China. En marzo BYD valía más (valor de mercado) que la Ford, Gerneral Motor y Volkswagen juntas. China produce el 70% de los coches eléctricos mundiales y más del 80% de las baterías mundiales para coches según la Agencia Internacional de la Energía. Las fabricas chinas producen más productos manufactureros  que Estados Unidos, Alemania, Japon, Corea del Sur y Gran Bretaña juntos. Produce la mitad mundial de acero, hierro y aluminio.Sí sigue la misma tendencia China producirá en el año 2030 el 45% de todas las manufacturas globales. China ha construido más refinerías petroquimicas en los últimos cinco años que Europa, Japon y Corea del Sur juntos desde la segunda guerra mundial.  Solo Corea del Sur y Singapur tienen más robots cada 10 mil trabajadores que China según la Federación Internacional de Robótica. Eso le esta permitiendo desarrollar a gran escala un nuevo e innovativo sector industrial que le permitirá dominar la producción en masa en los próximos años. Solo en el año 2023 instaló en sus fábricas más robots que el resto del mundo combinado. Inmagínense su poderío militar sí como Europa se orientara al militarismo y sus fábricas decidiesen seguir el camino de Renault de convertir fabricas de coches en productores de drones militares. Lo mismo esta ocurriendo con los semiconductores un sector fundamental para desarrollar la Inteligencia Artificial. 

Estados Unidos lleva años obstaculizando el progreso de China para asegurarse la ventaja decisiva tecnológica. Nvidia, una empresa estadounidense con un jefe ejecutivo taiwanes, Jensen Huang, fue prohibida por el gobierno de Estados Unidos de vender semiconductores avanzados a China. Nvidia es el mayor productor del mundo de chips para IA. Washington consiguió también que el gobierno holandes bloqueara la venta a China de maquinas producidas por ASML Una empresa holandesa capaz de producir y copiar los chips más sofisticados que existen. ASML ha creado una cadena de suministros que se extiende en Europa, Estados Unidos y Asia con una tecnología donde combina diseño, manufactura, ciencia ,fisica y óptica. Estas maquinas avanzadas han sido catalogadas como las más complejas nunca fabricadas. Su jefe ejecutivo Christophe Fouquet se ha opuesto publicamente a las políticas estadounidenses que limitan la venta de los productos y servicios de ASML Despuésd del éxito de Deepseek sus acciones han bajado un 25%. Jensen Huang, el fundador de Nvidia, ha dicho recientemente que las políticas para impedir que China acceda a tecnologías claves están fracasando. Segun él, las prohibiciones hacen a China más fuerte y debilita la posición global de Estados Unidos.

La prueba de ello es la de la empresa de telefonos Huawei. El gobierno de Estados Unidos prohibio expresamente a Nvidia que le vendieran chips avanzados, pero a pesar de ello ha conseguido producir chips similares por ella misma. Lo hizo instalando en las cercanías de Shanghai un centro de investigación donde trabajan 35 mil científicos, ingenieros y matematicos. Una ciudad de científicos más grande que la sede de Google en Mountain View en California. 

Huawei se aprovecha de que en las universidades chinas se graduan anualmente 3.5 millones de estudiantes en ciencia, tecnología, matematicas o ingieneria. Cada año salen 350 mil ingenieros mecánicos frente a 45 mil en Estados Unidos. China tiene 39 universidades con programas de estudios sobre tierras raras mientras en Europa y Estados Unidos los estudiantes con suerte pueden acceder a cursos esporádicos en Facultades de Geología. El resultado ha sido que ha conseguido abrir una vía para producir avanzados semiconductores hasta ahora considerado un punto debil en la industria china. Hay quien dice que la batalla por el liderazgo de la Inteligencia Artificial no será entre Estados Unidos y China, sino entre Shenzhen y Hangzhou como lo fue con los coches entre la Ford de Detroit y la General Motors de Flint en la primera década del siglo XX.

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Hace 25 años, en el año 2000, la editorial Flor del Viento editó el libro China Capitalismo Rojo. Lo escribí después de vivir en Beijing entre 1993 y 1997 donde trabajé como corresponsal de el diario El Mundo. El libro se proponía entender los extraordinarios cambios que conocía China entonces. China acababa de salir de la crisis de la Plaza de Tiananmen donde tanques del ejercito aplastaron una revuelta popular que reclamaba mejoras económicas, más libertad y denunciaba la corrupción de funcionarios comunistas. Entre los diplomáticos y corresponsales occidentales se discutía entonces sí la crisis sería el inicio de la perdida del poder del comunismo chino como estaba pasando en la Unión Soviética, una crisis que muy probablemente se aceleraría tras la muerte de Deng Xioping el visionario comunista de la política de reforma y apertura que se había convertido en un lider carismático capaz de mantener unido al país y al partido a pesar de los conflictos internos y los reclamos seccionistas del Tibet, Xinijang y Taiwan (este de facto pero no reconocido por Beijing). Hubo hasta un informe de la CIA al respecto que corrio entre los corresponsales. Se equivocaron. China ha logrado mantener durante 40 años los extraordinarios cambios de que fui testigo. No descarriló en el camino.

La tesis del libro era que los comunistas chinos a pesar de la represión en Tiananmen seguían contando con legitimidad para gobernar. La población seguía viéndolos a pesar de todo como una organización que refundó China derrotando al imperialismo japonés y europeo impidiendo su desintegración. Un régimen que había iniciado el desarrollo industrial para sacar a China de la pobreza.  A sus ojos los comunistas tomaban decisiones pensando en los intereses nacionales generales y no en grupos particulares financieros, militares  o agrarios a pesar de la corrupción de algunos militantes. Para la mayoría de los ciudadanos los comunistaas representaban los intereses de la nación china y sus sectores populares.  Mao criticado por los excesos del Salto Adelante y la Revolución Cultural había puesto a pesar de todo la base del éxito actual.  Fue un fundador del Partido en Shanghai y de la República Popular en Beijing, y en los primeros años de la misma acabó con poderes burgueses, feudales y religiosos que impedían el desarrollo económico en beneficio de las mayorías. Mao a pesar de sus errores había sido fundamental para el resurgir de la nación china, tenía que quedarse en la Plaza de Tiananmen como un simbolo de que el poder seguiría en manos del Partido Comunista.

El nuevo pacto social que proponían los reformadores comunistas consistía en que los dejaran gobernar a cambio de modernizar el país, tener más libertad personal y abrir el acceso al consumo. Si el comunismo chino cumplía con sus promesas dado el tamaño de China la política mundial giraría a su nuevo centro en el Este de Asia y el Oceáno Pacífico y China se convertiría en uno de los centros de la política mundial satisfaciendo el orgullo chino maltratado por el colonialismo en las primera mitad del siglo XX.

Treinta y tantos años después del giro de timón los comunistas siguen gobernando, el país no se ha desintegrado, hay progeso económico para todos (unos más que otros)  y China se está convirtiendo en uno de los centros mundiales. El Partdo Comunista ha cumplido con el pacto social al que se comprometió. Sus gobiernos han modernizado a China y han mejorado el nivel de vida general de la población. China ha cruzado el río de la modernidad. Durante estas décadas toda una generación ha viajado en un gran barco que los ha llevado de una sociedad rural a una urbana, de una agraria a otra industrial, de un mundo de pobreza a otro donde la vida es mejor aunque no se pueda preguntar  ¿Porqué los gobernantes toman sus decisiones?. Un éxito que garantiza la legitimidad del partido comunista para seguir gobernando durante los próximos años aunque no haya instituciones democaticas liberales.

Occidente no va a digerir facilmente el cruce del río de China a la modernidad. Había apostado por su fracaso. Primero la República Popular no sería capaz de mantener la diversidad del viejo territorio imperial incluido Tibet bajo un gobierno comunista, segundo la desaparición de los grandes líderes revolucionarios comunistas Mao Zedong y Deng Xiaoping conduciría a la desintegración del partido victima de sus pugnas internas, después el progreso económico sería imposible con un régimen autoritario como mostraba la revuelta de la Plaza de Tiananmen. Tampoco podría sobrepasar la ciencia y tecnología de Occidente. No se trataba solo un deseo político de parar el ascenso de China que amenzaba su dominio sistémico. Después de asumir las tesis de Francis Fukuyama del Fin de la Historia el pensamiento liberal no tenía herramientas conceptuales para enfrentar la realidad.. En este paradigma no cabía  el éxito de regímenes sin capitalismo de libre mercado y democracias liberales. El éxito chino mostraba que la historia no había acabado

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Ha sido una travesía de piedra en piedra como había dicho Deng Xioping donde se han cerrado heridas y se han abierto otras.  La sociedad china es ahora mucho más rica pero también más desigual que antes. Hay disparidades entre la costa y el interior, entre los valles y las zonas montañosas, entre lo urbano y lo rural,  entre ricos y pobres, entre los beneficios sociales de quien trabaja en el sector público y en el privado. China puede tener un gobierno comunista pero en la China moderna la vida para muchos ciudadanos no es fácil. 

En tiempos del maoismo lo básico estaba garantizado por las grandes empresas estatales. Daban empleo, vivienda, escuela o atención médica. Hoy cada quien depende de si mismo. La sociedad se tiró al mar con las reformas. Estadísticas semioficiales muestran que el 90% de las empresas y el 80% del empleo urbano son ahora generadas por el sector privado que no cuenta con un entramado de protección social. Un sector de baja productividad que contribuye, 60%, más a la economía que el público, aunque no en sectores estratégicos nacionales o productivos controlados por el estado.

Todavía 600 millónes de Chinos ingresan menos de 140 dólares al mes. El desempleo en las ciudades es del 5%, una tasa relativamente baja, pero entre los jóvenes es del 17%. Entre ellos la competencia es fuerte, se graduan cada año de las universidades 12 millones  de estudiantes y para ellos como pasa en nuestras ciudades conseguir empleo y un piso no es fácil. La pensión minima de los funcionarios es baja, muchas veces de 20 dolares  cuando se requiere 110 dolares para vivir dignamente. Si te enfermas dependes de tus propios recursos para pagar las facturas porque el Estado se desentiende de las mismas. Si quieres una educación de calidad debes pagarla. Existe la paradoja de que China esta gobernada por un partido comunista pero no ofrece a sus ciudadanos una adecuada red de seguridad social.

Cuando los líderes chinos discutieron el camino a seguir se llegó a considerar sí China debería seguir un modelo basado en la socialdemocracia europea. Pero fue descartado rapidamente. Lo que China necesitaba no era un Estado de Bienestar para sus empleados urbanos sino sacar de la pobreza a cientos de millones de chinos sobre todo campesinos. A finales de la década de 1970 cuando se empezó a discutir sobre la necesidad de una reforma y apertura China era un país de pobres rurales. El banco Mundial hablaba de 800 millones en 1980 de una población de 1000 millónes. En el año 2010 todavía había 100 millónes de pobres. 

La pobreza se debía tanto a una baja productividad por atraso tecnológico como al aislamiento de las economías locales y provinciales por falta de infraestructuras. Salir de la pobreza  requería un crecimiento anual del 7% durante décadas. Una tasa que necesitaba inversiones en tecnología e industria, en carreteras y trenes, en urbanización, en investigación y ciencia. Fue el camino exitoso seguido por los líderes chinos  aunque fuera en detrimento de los gastos sociales para los trabajadores. En el 2021 Xi Jinping anuncio que la pobreza extrema había sido erradicada en China pero no anuncio la creación de una red de seguridad social.

La falta de una política social empieza a tener sus costes. Sin una red de seguridad social los empleados urbanos acuden al ahorro para tener un colchón para hacer frente a gastos extraordinarios. Durante años la reducción del consumo ayudó a  financiar la exportación pero ahora amenazada por los aranceles la economía requiere consumir y no ahorrar. Si el consumo interno no se dispara la crisis de los aranceles puede reabrir una crisis social con el cierra de empresas y el desempleo. . ¿Ha llegado el momento de construir una red de seguridad social para los trabajdores? China no tiene que ser arrastrada por el militarismo como esta haciendo Occidente.