Cuando los brutales bombardeos sobre Yemen continúan sin objetivos militares y politicos claros más dudas presenta la campaña aérea contra Yemen. Lo extraño es que coincide con una reestructuración política de la casa de Saud. Se da la «casualidad» de que los implicados directamente en la masacre yemenita han visto incrementar su poder. Hasta el punto que el inexperimentado hijo de papa, reciente ministro de defensa, el Principe Mohammaed bin Salman ha sido nombrado numero tres en el escalafón a la sucesión detrás del príncipe bin Nayef, el zar de la seguridad, que casualmente no tiene hijos.  ¿ La decadente y parásita familia Saud ha convertido la vida de la población civil yemenita en otro de sus juegos macabros? ¿La vida de mujeres y niños ha sido usada para llenar el curriculium vacío del hijo preferido e inexperto del Rey para poder nombrarlo sucesor reserva? ¿Asistirán pasivos los 7 mil príncipes hijos y nietos del rey Saud a su marginación política?