la disputa por el territorio, VIOLENCIA ETNICA EN EL OESTE DE ETIOPIA

A principio de mayo más de 200 gomuz fueron masacrados por amharas en la zona fronteriza entre las regiones federales de Benishangul-Gumuz y Amhara. Meses antes en Kamashe una zona de Benishangul-Gomuz al sur del Nilo Azul 150 mil oromos tuvieron que huir de sus comunidades instalandose muchos de ellos en campos de desplazados en Oromya. Mark Aguirre ha visitado estos campos para conocer como es la vida allí y las causas de la violencia étnica que esta convirtiendo a Etiopía en el país con mayor números de desplazados del mundo.L1221724.jpg

Esta area del oeste de Etiopía es una zona semi boscosa pero el primer campo de desplazados que visitamos estaba en Sasiga en una llanura de tierra seca. Las lluvias todavía no habían comenzado lo que permitía facilmente el acceso desde Nekemte. Era un campo relativamente nuevo. La ayuda humanitaria apenas había empezado a llegar. Aún con todo había casí12.000 desplazados y esperaban que llegasen 9.400 más durante esos días. Mientras estabamos llegaron varios camiones con familias. La mayoría expulsadas de sus comunidades en la zona fronteriza entre Wollega (1) (Oromya)y Kamashe (Benishangul-Gumuz) donde la tierras altas empiezan a perder altura. La mayoría campesinos oromos que habían sido expulsados de sus comunidades por campesinos gumuz. A medida que las familias de desplazados dscendían de los camiones eran conducidos a sus nuevas viviendas: una cabaña de 5 metros cuadrados construida con palos, tierra como suelo y plástico como paredes.

Habían diseñado el campo con las pequeñas viviendas una junto a otra formando calles como si de un nuevo poblado se tratase. Las letrinas estaban a un lado del campo. La brecha entre lo que necesitaban y la ayuda que recibían era enorme, incluso faltaba agua limpia. Cuando llegamos un grupos de niños empezó a rodearnos. Se pasaban el tiempo deambulando sin ir a la escuela. Contaban que cuando llegaron habían empezado a asisitir -una counidad cercana al campo los recibió bien, son oromos como ellos- pero después de varias semanas habían desistido. Sin trasporte necesitaban dos horas para ir a la escuela y dos para volver. Sólo una niña de nombre Najate había resistido y seguía yendo todos los días. Ahora pasaban el día en el campo ayudando a sus madres a traer agua o leña.

Un hombre se nos acercó. Tenía cubierta la cabeza con una bufanda a cuadros vestida a modo de turbán como hacen los musulmanes, le faltaba alguno de sus dientes. Se llamaba Tafaril. “Todos hemos perdido nuestra forma de vida y necesitamos ayuda para sobrevivir. La huida de nuestras comunidades fue tan difícil como cuando nos echaron violentamente de nuestras casas. Hasta hubo una mujer que dio a luz en el trayecto sin ayuda. Cuando oímos los disparos y los gritos salimos disparados de la casa con lo que llevabamos puesto. Dejamos todo atras. Ni una muda. Fueron tres días duros caminando por el bosque sin apenas comida.Teníamos miedo de que nos persiguieran. Vi morir a gente por las flechas que disparaban (los gomuz) escondidos en los árboles.”

No sabe cuantos murieron durante el conflicto pero tiene conocimiento directo de cuatro personas. Se ha reportado evidencia de al menos 72 muertos , 4 de ellos niños. La mayoría en enfrentamientos armados entre oromos y gomuz. Pudó haber más pero no ha podido ser verificado. El acceso a ciertas zonas de Benisahngul-Gumuz son difíciles. Son datos antes del recrudecimiento del conflicto a principios de mayo en el norte que no se sabe como va a afectar en la zona.

Los conflictos nacen localizados pero en la situación política que vive el país se expanden como el fuego en un bosque seco. La población se alínea rapidamente en términos étnicos. En la Etopía rural todavía el poder comunitario y colectivo es muy fuerte. Estos campesinos sometidos a politicas de modernización productiva y cultural las enfrentan identificandose en etnias con potentes raíces antropólogicas. La modernización y el desarrollo hacen sus estragos en la vieja sociedad. El nuevo gobierno interviene lo menos posible. Hay llamas en todas las esquinas del país. La mediación es difícil y Abiy el nuevo primer ministro no quiere perder la fama que ha ganado al dejar la represión a un lado para enfrentar los problemas. Sólo en Wollega hay 23 campos de desplazados oromos. Toda la frontera entre Wollega y Kamashe esta afectada por el conflicto.. Estamos hablando de cientos de kilómetros de frontera, desde Gimbi hasta Bambasi y desde Haro Lima hasta Nekemte. Al menos 157.240 oromos habían sido obligadas a salir de sus comunidades y buscar refugio en Oromya. La mitad menores de 18 años. Había también campos en Benishangul-Gumuz con gumuz desplazados de Oromya pero los grupos de ayuda humanitaria no podían llegar por la inestabilidad.

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El conflicto estalló en septiembre cuando el gobernador de la zona de Kamashe, el vicegobernador y el jefe de la policia fueron ejecutados por hombres armados. Un comando posiblemente del Frente de Liberación Oromo (FLO) detuvo en Oromya al coche en que viajaban de regreso a Kamashe. Les obligaron a salir del mismo y les dispararon. Estaban regresando de una reunión con funcionarios oromos para discutir la manera de resolver las tensiones crecientes. La presión del nacionalismo oromo se sentía muy fuerte en Khamase y querían pararlo. (2)

Los oromos habían propuesto cambiar el amariña la lengua amhara por el oromo como segunda lengua oficial en Kamashe. Había habido muchas quejas de maltrato y vejaciones de los gomuz en la zona oroma cuando viajaban a Assosa, su capital. Eran días en que había rumores de que Abiy el nuevo Primer Ministro de Etiopía, que es oromo, había llegado a un acuerdo con las autoridades de Wollega para quitar tierra a los gomuz y darsela a los oromos. Eran falsos pero la presencia del FLO en la zona, la paralisis inicial del ejercito (3) y el asesinato de las autoridades gomuz se malinterpretaron disparando el conflicto.

En la ciudad de Kamashe jovenes gomuz salieron a la calle gritando “oromo regresa a tu país¨. El 35% de la población del distrito de Kamashe es oroma. La mayoría campesinos pero tambén trabajadores del gobierno y comerciantes. Los ataques violentos en represalia al asesinato empezaron. Los gomuz responden muerte por muerte. Su sistema de justicia sigue anclado en la vieja ley de revancha. Hubo un intento de asaltar el deposito de armas por jóvenes gomuz pero las autoridades lo impidieron. En medio de los enfrentamientos miles de oromos huyeron de Kamashe y gomuz de Oromya. El conflicto se extendió rapido por todo el área fronteriza. En días había decenas de miles de desplazados.

A principios de mayo me reuní en Adís Abeba con Juan González un misionero comboniano y periodista de la revista Mundo Negro que ha vivido más de una década con los gomuz y ha publicado dos libros de carácter antropólogico sobre ellos. Acababa de regresar de Kamashe. Habían pasado más de seis meses desde el ataque pero la tensión seguía. En Metekel una zona al norte de Kamashe en la orilla norte del Nilo azul al menos 250 personas habrían muerto de forma violenta esos días. La mayoría gomuz masacrados por milicias amharas en los distritos de Jawe y Dangur. Los nacionalistas amharas se vengaban del asesinato de 18 amharas a manos de gomuz después de que varios jovenes gumuz habían sido asesinados por la policía en una disputa por el precio de los billetes en un autobús.

Juan González decía que el conflicto tenía raíces históricas. Benishangul-Gumuz fue incorporada administrativamente a Etiopía sólo en 1902 despues de ser conquistada por el emperador Menelik II y ser reconocido por Gran Bretaña que gobernaba entonces Sudan y con que es frontera Benishangul-Gumuz(4). Los gomuz llegaron a Kamashe atravesando el río Nilo desde el norte a final del siglo XIX , mientras los oromos llegaron desde el sur de las zonas altas de Wollega quizá antes, pero había mucho territerio semi boscoso vacío, era una tierra de nadie. Kamashe era una zona muy poca poblada. Cuando los gumuz empezaron a llegar no había conceptos ni de limite fronterizo ni de propiedad. El que ocupaba la tierra tenía el derecho sobre ella. Los oromos mismos atravesaron el río Nilo hacia el norte colonizando la zona montañosa de Wenbera donde cultivan café.

Las dos etnias reivindican sus derechos. Los oromos les dicen a los gomuz “Vosotros sois sudaneses marcharos a Sudan. Esta tierra es nuestra”. Los gomuz les dicen que cuando llegaron aqui no había nadie y que esa tierra es suya. “Hay una relacion dificil entre otras cosas porque los gomuz son de raza sudanesa son nilóticos y los highlanders sean oromos ó sean amharas los desprecian. El gumuz es muy suceptible y tiende a reaccionar violentamente ante cualquier ataque y eso es lo que esta pasando ahora estos días en el norte, en Metekel”, decía Juan González.

Puede que Benishangul-Gumuz haya sido absorbido como territorio formal de Etiopía a finales del siglo XIX pero ha estado ligado a lo que se ha llamado la Gran Etiopía desde que existe un poder político estructurado en las tierras altas. Estamos hablando de hace más de 2000 años cuando una monarquía empezo a establecerse en Aksum. En estas tierras bajas del oeste los poderosos de las zonas altas, donde residía el poder político, se han abastecido de oro, marfil y esclavos durante siglos para su consumo y el comercio del mar Rojo. Los señores etíopes renunciaron a cultivar estas tierras en nombre del comercio y sus impuestos. Hasta la segunda década del siglo XX hacían razias sistematicas en busca de esclavos y cazaban elefantes y otras especies valiosas. Hacia 1930 la esclavitud había acabado -Etiopía es uno de los países que mas tardó en abolirla- pero los etíopes de las zonas altas siguen discriminando a los de las zonas bajas del oeste. Los consideran inferiores. Sin posibilidad de cazar esclavos las tierras bajas pasaron a ser explotadas de manera diferente.

La vieja manera de explotar el territorio de las tierra bajas había permitido paradójicamente a los gomuz conservar un extenso territorio hasta practicamente finales del siglo XX. Los gomuz vivían cultivando la tierra esparcidos en comunidades poco pobladas y dispersas, apenas comunicadas entre sí, a dos o tres horas de camino de la primera escuela o clínia.

“Cuando llegue a Gomuz rascaban con una azada, quemaban y sembraban. El sitio erá suyo por dos o tres cosechas. A los dos o tres años cambiaban de sitio y buscaban otro. La tierra era muchisima. Para que te hagas una idea le dieron a una empresa india 50 mil hectáreas y no tuvieron que desalojar a nadie. Había abundante tierra. Con esa excusa el gobierno empezó a concentrar a los gomuz en poblados y a disponer de su territorio. Esto ocurre con Meles. Estamos hablando del año 2012-2013, una fecha muy reciente¨decía Juan González.

En Etiopía la tierra es del Estado y puede ajudicarla a su criterio. El gobierno pensaba que los gomuz tenían demasiada tierra en un país que necesitaba al maximo recursos para el desarrollo y para una población creciente. Empezó a concentralos y a construir grandes poblados. Al mismo tiempo repartieron entre tres y cinco hectáreas de tierra a cada familia gomuz. Había suficiente para no tener que echarlos de su tierra como hicieron en Gambella con los anuak. Los convirtieron de la noche de la mañana en campesinos con propiedad. La tierra que sobraba después del reparto, el gobierno la entegó a inversores privados nacionales e internacionales. Necesitaba divisas para financiar su proyecto de industrialización.

La forma tradicional de cultivo empezo a desaparecer. Los gumuz ya no podían moverse a buscar nueva tierra. Estaba ocupada por el agronegocio. El cultivo de corta y quema murió. Para sacar productividad a su lote tuvieron que recurrir al arado que no sabían usarlo. Acabaron trayendo campesinos agaw de las zonas altas que si sabían arar(5). También cambiaron lo que sembraban. Empezaron a hacerlo por dinero y no para consumo. Sembraron sesamo o cacachuete para el mercado. Los agaw que llegaron con sus arados pagaban una renta o repartían la cosecha con los gumuz los nuevos propietarios. Pero han acabado quedándose aunque no pudieran poseer por ley la tierra en una región que no es la suya. La presión demográfica es fuerte en sus comunidades de la región Amhara y estan hambrientos de tierra. En Yaso una woreda de Kamashe a orillas sur del rio Nilo han pedido a los amharas que regresen a sus comunidades de orígen pero estos se resisten. La tierra que hace dos décadas era abundante ha dejado de serlo. En veinte años los gomuz pasaron de cultivar como se hacía antes de que se inventara el arado y de usar el arco al telefono mobil. Los jovenes no quieren saber de la vida tradicional y los viejos piensan que su época ha acabado. La amenaza histórica de las razias de los de las zonas altas en busca de esclavos ha sido sustituida por la amanaza de perder lo que queda de su tierra y su forma de vida.

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Cuando en Sasiga nos movíamos por caminos de tierra visitando campos de desplazados veíamos a grupos de jóvenes oromos patrullandolos armados con lanzas como las que había visto en el múseo de Nekemte la capital de Wollega. Era obvio que la crisis se había expandido hasta aqui y que había tensión y miedo a repesalias de los gomuz. ¿Porqué los incidentes que habían ocurrido en la ciudad de Kamashe a más de cien kilómetros se habían extendido como la polvora hasta la frontera con el este de Wollega?

Era cierto que los rumores que habían ayudado a desencadenar la crisis eran falsos pero movían un conflicto por la tierra latente en esta zona fronteriza entre oromos y gomuz. Administradores de uno de los campos que visitamos nos explicaron que había una categoría de desplazados que no estaban en los campos. Eran campesinos oromos que tenían su vivienda en Sasiga (Oromya) pero cultivaban tierras en Balo (Kamashe). Los consideraban “dsplazados” porque ahora los gomuz no les dejaban entrar a recoger la cosecha. Los gomuz tienen miedo de que los oromos acabasen quedandose con su territoro.

Antes de que el nuevo regimen de 1991 instaurarse el federalismo la zona de Kamashe pertenecía a Wollega una de las provincias administrativas durante el Derg. Tanto en Sasiga en Oromya como en Balo hoy en Kamashe se cultivaba trigo bajo control de las autoridades oromas en Nekemte. La nueva división territorial instaurada por el regimen de Meles que separaba Kamashe de Wollega para crear una nueva región federal tenía sentido porque la población era mayoritariamente gomuz. La herida que abría la ruptura se intentó corregir impulsando ma-trimonios entre las comunidades oromas de las zonas altas y la de los gomuz de las bajas; a la vez que se reforzaron los lazos economicas y sociales entre ámbas. El acuerdo funcionó a medias. Las nuevas fronteras no estuvieron propiamente marcadas lo que facilitaba esporadicos brotes de violencia sobre quien debía administrar ciertas zonas y quien explotar los recursos de arena y bambu que hay en el área.

De cualquier modo Kamashe no se libró de la política del gobierno federal de entregar tierras bajas de Benishangul-Gumuz a grandes inversores agricolas. El Ministerio de Agricultua planeó tranferir a inversores en todo Benishangul-Gumuz 619.900 hectareas. La mitad de ellas habían sido entregadas en arriendo a final del 2018, de ellas 40.000 en Kamashe. Sólo en Kamashe hay 29.500 hectareas entregadas a inversores baldías a los ojos de campesinos a los que le falta tierra. Han sido finlandeses financiado por la cooperación de ese país los que han hecho el reparto de títulos de propiedad a los campesinos. Los europeos financian gustosos los proyectos de adjudicación de propiedades porque libera tierra para potenciales grandes inversores.

El reparto ha creado nuevos problemas. Hay fincas ubicadas a ámbos lados de la frontera pero los oromos cobran todos los impuestos incluídos los que debían cobrar las woredas de Kamashe. En los primeros años del siglo XXI campesinos oromos de los alrededores de Harar, su tierra estaba dejando de ser productiva por las sequías, fueron relocalizados en una área que tradicionalmente había pertenecido a los gomuz generando resentimiento. Eran estos nuevos y viejos problemas lo que estaba debajo de la superficie de la crisis de desplazados
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Naiara es una médica cirujana vasca. Estaba trabajando temporalmente en Sasiga como voluntaria para Médicos sin Fronteras. Llevaba semanas de campo en campo de dsplazados entregando médicinas o viendo enfermos. Coincidimos en uno de los escasos centros de salud que hay en la zona y nos encontramos después en Nekemte. “La vida en los campos es una vida de dificultades”, decía. No había todavía desnutrición severa aunque muchas mujeres y niños estaban malnutridos. Puso el número en un 40%. Los desplazados padecían las enfermedades normales que suele haber en los campos: infecciones de piel, urinarias, respiratorias, diarreas… Se requerían medicinas, sobre todo disoluciones pedríaticas para los niños. Había enfermos que en la huida habían perdido sus papeles y no podían conseguir ayuda oficial. Había problemas de transporte pero incluso si no los hubiera los desplazados no tendrían dinero para pagarlo. Muchas familias llevan meses en los campos y han acabado con sus ahorros. “Necesitan una pequeña ayuda monetaria”, decía. Naiara confirmó la muerte de personas a causa de heridas de flecha o envenenadas por ellas. Habían tratado pacientes heridos con largos cuchillos. Habían atendido también casos de enfermos con crisis mentales. Personas traumatizadas a causa de la brutal violencia que habían sufrido o presenciado. Cinco de ellos habían atacado violentamente a sus propias familias en los campos. Había personas desaparecidas entre ellas 34 niños.

La falta de comida era quiza el mayor problema en los campos. Los desplazados se movían de campo en campo buscando uno en donde se entregase suficiente comida. Pero incluso si lo encontraban no acababan comiendo lo que necesitaban. Se veían obligados a vender parte del suministro que reciben (un saco de maiz o arroz, algo de aceite y azucar y jabón…) para conseguir algo de dinero. Lo necesitan para comprar otros productos o moverse fuera del campo. Llamaba la atención la falta de comida porque el acceso al menos a los campos que visitamos era fácil. Cualquier camión podía llegar aunque el firme fuese de tierra ¿Porqué no llegaba en las cantidades que se necesitaba?

Uno de los enfermeros de un centro de salud que visitamos pensaba que era parte de la política del gobierno para que regresen a las comunidades. Una situacíon similar había visto en los campos de desplazados de Gadeo, en el sur de Etiopía a los que se les había bloqueado la entrega de comida. El gobierno quiere que los desplazados -Etiopía tiene 2.8 millones de personas desplazadas- regresen a sus lugares de origen cuanto antes pero la situación no lo permite.

Los desplazados en Sasiga tomaban sus decisiones a base de rumores. Según lo que escuchan se van acercando o alejando de sus comunidades. Puede un día vacíarse un campo para volverse a llenar a los días siguientes. Desplazados que habían vuelto a sus comunidades -lo habían tenido que hacer escoltados por militares- habían acabado regresando de nuevo a los campos de desplazados. No se sentían seguros.

Juan Gonzàlez decía que hay una situación de calma pero la situación no esta normalizada. Hablaba de la ciudad de Kamashe como unas ciudad semidesierta donde quedan pocos oromos. La mayoría trabajadores del gobierno. Apenas circulan vehículos. Alguna camioneta que trae algo de mercancía y dos autobuses. Uno que va hacia el norte al Río Niio, hacia Yaso y el otro hacia Assosa, la capital, por el interior. La situación es tan tensa todavía que han reparado urgentemente con picos y palas una vieja carretera de tierra para evitar viajar por la nueva que atraviesa Oromya.

Han pasado seis meses desde que estalló la crisis pero la situación no mejora o al menos no lo suficiente. El miedo sigue presente. Mientras los gomuz siguen sin atraverse a viajar a a través de Oromia, los oromos no se atraven a regresar a Kamashe. Para colmo de males el conflicto se ha extendido hacia el norte. La incertidumbre sobre el futuro político de Etiopía no ayuda a solucionar las crisis escondidas que la primavera política en el Cuerno de Africa esta destapando. El régimen ha cambiado de cara pero no ha definido todavía el nuevo rostro que quiere.

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(1) Leído Wol-lega

(2) El nacionalismo oromo es muy fuerte en Wollega. Esta zona de Oromya es uno de los centros de su resistencia. La bandera del Frente de Liberación Oroma esta pintada en cada pueblo que atraviesa la carretera que desde Adís Abeba va a Assosa. El FLO tiene una larga historia. Fue parte de la alianza de rebeldes que derrotó en 1991 al regimen militar del Derg. Pero decidió quedarse al margen del nuevo regimen federal que se instauro. El FLO fue ilegalizado y etiquetado como organización terrorista. En junio del 2018 con la primavera politica etiope fue legalizado y sus líderes regresaron a Etiopía para participar en la democracia. El FLO es visto como un competidor deñ Partido Democratico Oromo al que pertenece el nuevo Primer Ministro Abiy. En Wollega muchos jovenes se han afiliado al FLO y se han incorporado a la guerrilla. Nekemte estuvo paralizado en una huelga que protestaba el uso de aviones miliatares contra los militantes. El gobierno ha informado de arrestos en campos de entrenamiento militar del FLO y la requisa de armamento.

(3)Los militares tardaron en actuar. Cuando vieron las intenciones del FLO tras volver del exilio desplegaron unidades militares de elite en la zona. Hasta desplazaron uno de sus comandos operativos especiales del norte del país -Abiy había llegado a un acuerdode paz con Eritrea- a Assosa la capital de Benishangul-Gumuz.

(4)Benishangul-Gumuz fue establecida oficialmente como región federal en 1995 cuando se aprobó la nueva Constitución. Fue creada con la franja más occidental de la provincia amhara de Gojjam y la parte noroccidental de la provincia oroma de Wollega. Zonas en que amharas y oromos eran minorías. Hace frontera al oeste con Sudan y es atravesada por el Nílo azul. En su territorio se esta construyendo la polémica gran presa sobre el Nilo. Los Gomuz un grupo nilótico son los mas numerosos pero hay otro grupos ètnicos. Berta y Kwama también nilóticos y Shinasa y Mao de origen omótico.

(5)Los agaw es un grupo étnico campesino de la región amhara que cultiva con arado. Se piensa que era el grupo originario de lo que es hoy Amhara cuando el poder de Aksum más al norte empezó a expandirse militarmente hacia el sur en el siglo IV o V de nuesta era. Estan ligados en muchos aspectos con los amharas pero han perservado su lengua propia pertenece a la rama cushita (el amariño es semtitica) y otras costumbres ancestrales. Pero la mayoría de los agaw estan muy amharizados. Muy posiblemente los judíos etiopes conidos como falasha podías tener su origen en grupos de agaw que para ressitir al cristianismo ortodoxo de Aksum adoptaron el judaísmo.

Este artìculo ha sido publicado en https://www.elviejotopo.com/revista/el-viejo-topo-num-377/

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