
Lo que se suponía iba a ser una “operación quirurgica para hacer cumplir la ley” parece que se esta convertiendo en una insurgencia popular de resistencia a una ocupación militar. Es difícil estar seguro de ello porque no hay acceso independiente a periodistas en Tigray, pero después de casi tres meses de iniciarse la guerra continuan llegando refugiados a los campos fronterizos de Sudán. Estos refugiados han dicho a periodistas que “huyen de la guerra” y de la “violencia étnica”. La falta de seguridad esta retrasando la llegada de ayuda humanitaria. Los que llegan encuentran una región devastada. Plantas de agua, escuelas y carreteras destruidas. Hospitales saqueados sin medicinas. Lo que si es seguro es que Tigray no volverá pronto a la normalidad. El costo humano y humanitario es enorme. Hablan de miles de muertos. La cuestión de cualquier manera es como la crisis afectará al futuro de Tigray, Etiopía y el Cuerno de Africa. Las posibilidades de una guerra entre Etiopía y Sudán por la fertil tierra de al-fashaga esta creciendo.
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La guerra de Tigray empezó como una guerra entre élites que se disputaban proyectos y cuotas de riqueza y poder. Fue concebida como una solución militar a un impass político. Se trataba de una especie de punch contra la dirigencia del Frente de Liberacion Popular de Tigary (TPLF) que mantenía un pulso con el primer ministro Abiy Ahmed. Tigray había celebrado en septiembre elecciones para elegir a su gobierno sin la autorización del gobierno federal (aducía la pandemia del coronavirus 19), en las mismas el TPLF había obtenido una aplatante victoria, y Abiy Ahmed , el primer ministro, lo sintió como una afrenta personal a su poder.
La guerra había sido diseñada por los militares para unos días. El objetivo era desarmar al TPLF y arrestar a sus líderes particularmente a su presidente Debretsion Gebremichael y a Getachew Assefa el anterior jefe etíope de espías huido de la justicia desde que Abiy llegó al poder. Se trataba de poner al partido, al gobierno de la provincia y su territorio bajo control del gobierno federal en Addis Abeba. Abiy Ahmed hasta nombró a Mulu Nega como el nuevo gobernador de Tigray. La huída de los líderes y el fracaso en desarmar a las milicias tigriñas – lograron disparar varios misiles contra Asmara la capítal de Eritrea- hacen dudar de que los objetivos hayan sido cumplidos a pesar de que el ejercito federal ha ocupado la capital Mekelle. Ha habido detenciones y ejecuciones de dirigentes del TPLF entre ellos la de Seyoum Mesfin el Ministro de Exteriores con Meles, asesinado posiblemente por soldados eritreos, pero los dirigentes de la resistencia siguen libres. La misma ocupación militar de Mekelle fue criticada por organizaciones de derechos humanas después de que el ejercito federal advirtiera a su población que no habría clemencia sí resistía. Human Rights Watch ha dicho que la amenaza constituye un crímen de guerra bajo la ley internacional; desde el año 2005 los estados tienen la responsabilidad de proteger a civiles en conflictos.

Tigray es una de las 9 provincias federales (10 si se incluye la ciudad de Harar y sus alrededores) en que se divide territorialmente la República Federal de Etiopía. Adis Abeba y Dire Dawa dos ciudades tienen un estatus especial. La importancia de Tigray no viene del tamaño de su población o de su economía. El 80% de su población de siete millones (la población de Etiopía es de 110 millones) son campesinos pobres que trabajan su propia tierra diseminados cultivando teff, trigo y cebada, mantienéndose con el dinero que sus hijas-os les envían desde los paises del Golfo o Europa donde han emigrado. Hay unas pocas fábricas del textil en Mekelle en nuevos poligonos industriales y comercio en Mekellle y las pequeñas ciudades fronterizas con Sudán y Eritrea. Su relevancia viene por razones históricas -Tigray fue la cuna de Etiopía hace 2000 años- pero sobre todo políticas y estratégicas. Tigray es fronteriza con Eritrea con quien Etiopía mantiene una relación difícil -logró independizarse de Etiopía en 1991 mediante una guerra- y volvio a tener otra, esta vez ya como estado independiente durante 1998-2000.
El TPLF fue el corazón del gobierno en Addis Abeba durante casí 30 años (1991-2018) . Su líder Meles Zenawi fue también el hombre fuerte de Etiopía desde 1991 hasta su muerte en el año 2012 cuando fue sustituido por Hailemariam Desalegn. La legitimación del TPLF para gobernar descansaba en su liderazgo durante la lucha armada que derrocó al regimen centralista y autoritario del Derg; el régimen instaurado tras la revolución de 1975 que había destronado al mítico emperador Haile Sellasie acabando con el Imperio.
El TPLF había sido fundado tras la revolución por estudiantes tigriños maoistas que dejaron la universidad de Addis Abeba para formar en Tigray un movimiento revolucionario popular. Querían sacar a los campesinos de su atraso, ignorancia y pobreza secular. El Derg que acabó adoptando el marxismo soviético cómo su ideología había acusado a los estudiantes marxistas de ser sus enemigos declarándoles una guerra, literalmente, a muerte. Estos jóvenes que se refugiaron entre los campesinos a mediados de la década de 1970 abogaron primero por la independencia de Tigray cómo habían hecho sus camaradas eritreos, la cuestión nacional había sido uno de los grandes debates del movimiento de los estudiantes revolucionarios, pero en medio de la lucha abandonaron la independencia decantándose por un federalismo que mantuviera unida a Etiopía.

El TPLF consiguió articularse con otros movimientos definidos en base étnica, incluídos oromos y amharas, las etnias mayoritarias, para formar un partido etíope el Frente Democratico Revolucionario del Pueblo de Etiopía (EPRDF) que bajo su liderazgo derribó el regimen centralista y autoritario del Derg para construir otro federal sin adoptar el liberalismo político. El federalismo (derecho a la autodeterminación y la separación) fue visto como un compromiso para mantener unida a Etiopía cuando diversos frentes estaban armados y el estado colapsando. El EPRDF gobernó en una Etiopía federal con relativo éxito desde 1991 hasta que hace dos años una rebelión de jóvenes oromos que duraba tres años y amenzaba convertirse en una insurgencia obligó al régimen a hacer cambios. Acusaban al gobierno de corrupción -los tigriños se habrían aprovechado de la bonanza económica- y de favorecer sólo a los inversores. Abiy usaría después la rabia de los jóvenes oromos contra el “poder tigriño” para depurar de miembros del TPLF la administración del estado y la gerencia de las poderosas empresas estatales algunas como METEC en manos del ejército. Las movilizaciones forzaron a las élites a llegar a un acuerdo sobre una transición política – no ha habido ni referendums ni elecciones en que la población haya podido dar su opinión- pero por el resultado obtenido dos años después muestra que bien no había un acuerdo entre las elites hacia donde ir o bien la transición no ha sido bien tripulada.
La transición política de un regimen autoritario a uno democratico a la vez que se liberaba la economía fue presentada como la gran tarea del nuevo primer ministro Abiy Ahmed un militar que trabajaba en la seguridad del estado, parlamentario oromo que llegó al poder en la primavera del 2018 desde dentro del regímen. Había tenido apoyo del TPLF quien votó por él en el parlamento después de una timida resistencia dentro del partido. Tradicionalmente se requería ser Presidente del EPRDF para poder ser primer ministro. Abiy incluso visitó Mekelle de la mano de Debretsion Gebremichael, el líder tigriño, pero pronto las relaciones se enfriaron cuando fue obvio que estaba limpiando las instituciones de militantes del TPLF dejándolos sin poder y sin grifo económico.
Durante los primeros meses Abiy fue considerado una especie de “profeta político” -el mismo es un predicador pentecostes- que iba a ‘salvar’ a Etiopía del atolladero en que se encontraba. Llegó a publicar un libro Medemer (Caminando juntos) en el que justificaba la disolución del EPRDF para formar desde el gobierno un partido unitario el Partido de la Prosperidad, donde él sería su Presidente. Una propuesta que, tanto líderes oromos como tigriños se negaron a aceptar. Jawar Mohammed, Bekele Gerba y Lemma Mergesa lideres oromos antiguos aliados fueron detenidos en julio último tras los incidentes que generó el asesinato del cantante oromo Haacaaluu Hundeesa. Crisis étnicas similares anteriores -Etiopia es el país con más desplazados del mundo- fueron utilizados de igual manera. El poder de Abiy empezo a descansar cada vez más en generales y políticos amharas resentidos con los tigriños (hay una disputa por territoro desde hace décadas) quienes quieren una Etiopía más cercana al modelo centralista del Derg que al régimen federal actual. De hecho Abiy remodeló su gabinete nada más empezar la guerra aumentando la presencia amhara en el mismo en detrimento de oromos. Los Amhara es la etnia en que se apoyaron los emperadores para expandir el Imperio conquistando nuevos territorios.
Los tigriños empezaron a ver da Abiy como una amenaza cuando vieron que estaba acercándose demasíado a Issayas Afeworki el lider autoritario eritreo que odiaban desde la guerra de 1998-2000, sino desde antes cuando luchaban en diferentes organizaciones armadas contra el Derg. En realidad el odio es mutuo. Tienen proyectos políticos diferentes aun hablando la misma lengua, el tigriño, y siendo ámbos de la misma zona, el área frontertiza del norte del altiplano. En 1940 hubo un movimiento para establecer una nación que incluyera Tigray y la zona tigriña de Eritrea (en Eritrea el 60% de la población hablan tigriña) pero no prospero, cada zona se desarrolló políticamente de forma diferente. Eritrea no es un estado que tiene sus raices en la etnia, religión o en un nicho ecológico particular, es un estado multiétnico cuyo territorio tiene como Etiopia zonas bajas y altas y algutina a diferentes etnias. Sus raices estan en la herencia colonial italiana. Los eritreos se siente diferentes sociologicamente a los tigriños y a los etíopes después de décadas de haber sido una colonia (1890-1940). De cualquier forma a pesar del odio entre Issayas Afeworki y los líderes del TPLF se estima que hay medio millón de eritreos en Etiopía huyendo de la miseria. Muchos tienen familia en Etiopía. En Tigray hay cuatro campos de refugiados con 100 mil eritreos muchos de ellos huídos de un servicio militar que puede durar más de 20 años. Ha habido denuncias de que miles habrían sido repatriados a la fuerza de forma ilegal por soldados eritreos que estan ayudando a Abiy en la guerra contra elTPLF. En caso de confirmarse se trataría de un crimen humanitario.

La amistad entre Abiy Ahmed y Issayas Afeworki se selló con el reconocimiento de Etiopía de los acuerdos de Paz de Algeria que acabaron con la guerra de 1998-2000 entre Etiopía y Eritrea; unos acuerdos que los gobiernos anteriores a Abiy se negaron a implementar. El acuerdo daba fin a 18 años de guerra fria entre etiopía y Eritrea y valió para Abiy el tan cuestionado premio Nobel de la Paz. La alianza beneficiaba a Abiy Ahmed y a Issayas Afeworki en detrimento del TPLF. Para Eritrea era un problema de seguridad: el ascenso al poder de Abiy eliminaba a sus enemigos políticos en su frontera sur; y a su vez, Abiy conseguía ayuda para derrotar a sus enemigos políticos internos en su lucha por el poder como ha sucedido. Hay evidencia de que soldados eritreos, posiblemente 20 brigadas, han entrado a territorio etíope desde Zalambessa, Rama y Badme participando en la guerra a favor de Abiy; testigos dicen que Humera fue bombardeada desde Eritrea facilitando el control del oeste de Tigray por milicias amharas y el ejercito federal; y que tropas etiopes transportadas en aviones a Eritrea entraron a Tigray. El mismo Abiy ha agradecido publicamente la ayuda dada a los soldados etiopes en Eritrea. En Asmara la capital de Eritrea dicen que soldados etiopes estan siendo atendidos en hospitales y que han visto llegar convoys con maquinaria y mercancías del saqueo de los soldados eritreos en ciudades tigriñas.
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Hay infomes de que drones de Emiratos Arabes Unidos estan ayudando a Abiy en la guerra del norte. Estos drones estacionados en el puerto de Assab en el Mar Rojo, en suelo eritreo, donde Emiratos tiene una base militar que ha usado para atacar a Yemen, hubieran obligado al TPLF a cambiar su táctica militar al hacer inservibles sus unidades mecanizadas. Pero a la vez que Abiy aceptaba la ayuda militar árabe rechazaba la mediación que le ofrecía la Unión Africana. “La guerra continuaría” fue la respuesta del gobierno etíope a los ex-presidentes Ellen Johnson Sirleaf de Liberia, Joachim Chissano de Mozambique y Kgalema Motlanthe de Sudáfrica cuando se presentaron en su oficina en Addis Abeba para mediar.

Los arabes siempre han soñado con convertir al Cuerno de Africa en la otra orilla del mar Arabe como llaman al Mar Rojo. Para disipar cualquier duda de la voluntad africanista de Etiopia el emperador Haile Sellasie había conseguido que Addis Abeba fuera la sede de lo que es hoy la Unión Africana. Meles Zenawi, el líder del TPLF que gobernó Etiopía durante 20 años, entendía su proyecto de industrializar de la manera más endógena posible a Etiopía también en clave africana: como una contribución a la descolonización de Africa. Un proceso al que Etiopía había contribuído anteriormente derrotando al ejercito colonial italiano en 1898. Para ello llego a un acuerdo con China para construir infraestructuras y tranferir tecnologías industriales apropiadas a su nivel de desarrollo y abrió estratégicamente y selectivamente sectores a la inversión extranjera. Meles quería un proyecto lo más endógeno posible, no era un partidario del neoliberalismo. China que empezaba a buscar mercados aceptó. Durante la década pasada Etiopía ha sido uno de los países más importantes de su iniciativa Belt and Road un proyecto de miles de millónes de dólares para construir infraestructuras. En el Cuerno de Africa China ha construido carreteras,líneas de ferrocaril, puertos , presas para generar elecricidad , oleoductos y una base militar en Yibouti. Debretsion Gebremichael el líder trigiño trajo el 4G de Huawei a Etiopía cuando era ministro de comunicación y tecnología en Addis Abeba. En Tigray China ha ayudado a construir además de infraestructuras, poligonos industriales e ingenios azucareros. La BBC informó que uno de ellos había sido bombardeado por aviones etíopes durante el conflicto. China habría evacuado a 630 ciudadanos de Tigray desde que empezó la guerra.
Abiy ha hecho público que quiere traer el neoliberalismo a Etiopía. Ha dicho que quiere privatizar las empresas más importantes y rentables del país: Ethiopía Airlines, las telecomunicaciones y los ingenios azucareros. Ha aceptado el consejo del Banco Mundial para atraer invesión privada extranjera aprovechando los bajos salarios. Su proyecto ecónomico camina en otra direción al de Meles. Este apoyaba el capitalismo pero favorecía a empresas públicas. Prefería oligarcas locales a inversionistas extranjeros. Controlaba sectores básicos, el sector financiero y el mercado de divisas. Tenía un proyecto nacional de desarrollo que estaba simbolizado en la construcción de la gran presa del Nilo Azul para producir electricidad. El cambio neoliberal propuesto por Abiy no se debe a los malos resultados económicos obtenidos por la estrategia industrializadora de Meles. El PNB se ha multiplicado 8 veces desde el fin de la guerra con Eritrea (2000), millones de personas han salido de la pobreza extrema, y la educación había permitido una importante movilidad social. Se trataba sin duda de una decisión política, no económica; de un cambio geopolítico favorable a las ricas monarquías arabes que tienen suficiente dinero para moverse en economías con proyección y estados debiles a los que se pueda influir. El Cuerno de Africa entraría en esta categoría. Tiene agua , fertilidad del suelo en las orillas de los ríos, petróleo y gas, y consumidores que ellos no tienen. Etiopía con una población de 110 millones ofrece un mercado potencial donde invertir la riqueza acumulada durante años de bonanza petrolera ahora que este sector comienza su declive. La guerra en el norte de Tigray es un movimiento en el tablero de un gran juego político por el control del Cuerno de Africa.
En este juego Abiy es cada vez más dependiente de los países del Golfo como muestra la intervención de Emiratos en la guerra. Su movida agresiva en el tablero contra el TPLF busca dar un golpe decisivo al viejo proyecto económico apartando a viejos jugadores, China perdería su rol central en el proyecto, trayendo otros nuevos del Golfo que se aprovecharían de las privatizaciones y de facilidades a sus inversiones. No es casual que el acuerdo entre Etiopía y Eritrea que acababa formalmente la guerra de 1998-2000 se firmase en Ryad y no en la sede de la Unión Africana. Tampoco lo es que Abiy sea un asiduo vistante a Emiratos Arabes Unidos, quien le dío 3.000 millónes de dólares cuando llegó al poder. Emiratos ha empezado a invirtir en desarrollos urbanisticos y hoteles en Addis Abeba. El propio Abiy esta utilizando el dinero que le dieron para construir parques y museos en la capital para contentar a la clase media, mientras no mejora las infraestructoras de los barrios populares sin desagues, recogida de basuras o transporte público. Arabia Saudí le suministra petróleo en condiciones ventajosas mientras miles de etiopes pobres trabajan en el Golfo desde donde envían remesas. Abiy sabe que necesita el apoyo de la incipiente clase media de la capital para su proyecto centralizador y neoliberal. La clase media ha sido la más receptiva a su proyecto; esta más identificada con las promesas de una nueva forma de vida de centros comerciales y auotomoviles que con la identidad histórica de pertenencia a una etnia. En Addis Abeba a pesar de los controles de seguridad establecidos la guerra queda lejos. La ciudad parece indiferente a los despidos, hostigamiento y detenciones abitrarias que los tigriños estan sufriendo ante sus ojos por el sólo hecho de serlo.

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La guerra había sido concebida como un medio de resolver lo que las elites políticas no acababan de hacer en los despachos. Pero según las noticias que se filtran se esta convirtiendo en una guerra de carácter popular. Los campesinos tigriños estan haciéndola suya.El TPLF tiene sus raices sociales entre ellos. Fueron sus dirirgentes, estudiantes, los que los formaron y educaron.
Estos campesinos no son la clase media de Addis Abeba. Los centros comerciales no les dicen nada. Tienen suerte si tienen una buena cosecha y no dependen para comer de lo que les envían sus hijos desde el Golfo. Su alianza con el TPLF se ha mantenido todos estos años porque tienen la percepción de que su situación económica esta mejorando de la mano del desarrollo. La llegada de los soldados federales y las milicias amharas enviadas por Abiy para detener a los líderes del TPLF la estan viendo como la llegada de un ejercito de ocupación. La presencia de soldados eritreos echa todavía más leña al fuego.
Estos campesinos tienen una historia de lucha y resistencia. En 1943 se insurreccionaron contra Haile Selassie. Los aviones ingleses basados en Adén los derrotaron después de bombardear Mekelle. La segunda insurgencia tuvo éxito. Despues de 16 años de lucha (1975 -1991) derrotaron al Derg y marcharon sobre Addis Abeba organizados por el TPLF. Saben como pelear. Podemos estar en los inicios de una tercera insurgencia sino se negocia una salida politica. Abiy proclamó victoria cuando cayó Mekelle. Pero según dijo Debretsion Gebremichael , el líder tigriño, las fuerzas militares tigriñas se habrían retirado hacia las montañas vecinas para evitar la destrucción de la ciudad y el sufrimiento humano que le acompañaría. La guerra, dijo, va a continuar. Algo que parece esta ocurriendo. Testigos hablan de ataques guerrilleros, aunque no se pueda confirmar porque las redes telefonicas y el internet siguen semicortados por el gobierno de Etiopía.
Los costos humanos y humanitarios pueden ser devatadores. Las cifras de muertos de acuerdo con el Grupo de Crisis Internacional en lo que llevamos de guerra pueden ser de miles. Doctores en Mekelle han reportado muertos de civiles a cosecuencia de bombardeos en áreas residenciales. Ha habido robos y saqueos por las tropas ocupantes en fábricas y almacenes. Han sido reportados episodios de limpieza étnica, masacres, asesinatos brutales, golpizas y violaciones mayoritariamente pepetrados por Fano una milicia amhara que esta acompañando a los soldados federales. Más de 50 mil personas se han refugiado en Sudan. Muchas más se han desplazado dentro de Tigray para evitar los daños colaterales de la guerra. El ejercito federal ha cercado la región y sigue restringido el acceso de la ayuda humanitaria convirtiendo el hambre en un arma de guerra. Los médicos hablan de una situación crítica en los hospitales. Hay necesidad de medicamentos básicos entre ellos tanques de oxigeno. Hay que tener en cuenta que 600 mil personas dependían en Tigray de ayuda humanitaria antes de empezar la guerra entre ellos 100 mil refugiados eritreos que había huído de Eritrea para no hacer el servicio militar. Ahora puede haber millones. Anne Encontre la representante de la agencia de regugiados de Naciones Unidas (ACNUR) ha dicho “ Nosotros hemos escuchado de muertes de refugiados, nosotrios hemos escuchado de algunos siendo reclutados a la fuerza, nosotros hemos oido de secuestros”.

Este articulo ha sido publicado en la revista de enero de 2021 El Viejo Topo