
Hace unos años se llegó hablar del milagro africano, hoy, a pesar del relativo éxito en contener la epidemia del coronavirus 19 (1), muy pocos lo dirían. El desarrollo no ha llegado mientras continua el saqueo de recursos, la corrupción y el secuestro del poder por las elites. El resultado es inseguridad alimentaria, pobreza, falta de empleo, conflictos étnicos y migraciones dentro y fuera del continente. Las insurgencias aparecen y los riesgos de golpes de estado y guerras civiles aumentan. Las elites aprovechan el fracaso de los movientos que liberaron africa para enriquecerse en detrimento de sus pueblos. La democrcia esta en jaque mientras las potencias siguen convirtiendo a Africa en un campo de sus batallas.
II
SUR DE AFRICA: LA CRISIS DEL LIDERAZGO TRANSFORMADOR
Thomas Sankara el presidente más popular que ha tenido Burkina Faso fue asesinado en 1987. Se había propuesto acabar con la corrupción, combatir la desigualdad y recuperar la cultura popular. El nuevo gobierno que le sustituyó acabó con su proyecto abriendo las puertas al neoliberalismo. En el sur del continente Samora Machel el primer presidente de Mozambique murió en octubre de 1986 cuando el avión donde viajaba se estrelló en los Montes de Libombo en la frontera con Sudáfrica. Hay evidencia de que la causa hubiera podido ser un atentado preparado por el apartheid sudafricano con la colaboración de miembros del Buro Politico del FRELIMO. Las políticas de ajuste y la democracia liberal llegaron a Mozambique cuatro meses después de su muerte poniendo fin al proyecto socialista. En 1993 Chris Hani líder del Partido Comunista de Sudáfrica y dirigente de Unkhonto we Sizwe la rama militar del Congreso Nacional Africano fue asesinado en Johanesburg. La muerte de Chris Hani facilitó la aceptación de políticas neoliberales (convertir a negros en empresarios olvidándose de la reforma agraria con el objetivo de crear una clase media negra) por parte del gobierno del Congreso Nacional Africano encabezado por Mandela. El triunfo del ANC contra el apartheid se había convertido en un referente liberalizador en el continente. Africa estaba mirando atenta lo que hacía el Congreso Nacional Africano.

Sin duda alguna el asesinato de líderes socialistas populares ayudó al neoliberalismo a abrirse camino en Africa como la violencia contra Salvador Allende lo había hecho en América Latina pero no fue la razón principal. El fracaso de los movimientos de liberación nacional, su abandono de los objetivos socialistas favorecido por la caida de la URSS, se debio sin duda a otros fáctores. Franz Fanon había analizado en su libro Los condenados de la tierra como los líderes de los movimientos de liberación nacional asimilaban la cultura y la forma de vida de los colonizadores. Algo que supo explotar el neoliberalismo para su causa cuando buscaba “empresarios”. Blaise Compoaré el militar que derrocó a Sankara había sido uno de sus colaboradores. En Mozambique el anterior presidente Armando Gebuza, acusado hoy de corrupción, era el hombre a cargo de la seguridad en el buro político del FRELIMO cuando ocurrió el “accidente” de avión donde murio Samora Machel. En Zimbawe Emerson Mnanagahwa mano derecha de Robert Mugabe le quito el poder cuando vió amenzados sus privilegios por Grace Mugabe, la segunda esposa de Mugabe. La corrupción, la falta de moral y principios, la idea de que ahora nos toca a nosotros comer el pastel” arruino los sueños de millónes de africanos.

El Congreso Nacional Africano que tanta ilusión había creado es un ejemplo de lo que decimos. EL ACN se parece cada día más a una organización mafiosa que lucha entre sí por el botín del Estado y menos a un partidos político que lucha por liberar a su población de las injusticias propias o heredadas del colonialismo. Desde el año 2016 unos 90 políticos del ACN han muerto violentamente según estudios de la Universidad de Ciudad del Cabo. La mayoría en luchas mafiosas por puestos de poder en donde es fácil hacer negocios fraudulentos. El anterior presidente Zuma un lider histórico de la lucha armada contra el apartheid ha sido condenado por corrupción. Treinta años después de la caíad del apartheid granjeros blancos continuan siendo propietarios de la mayoría de la tierra (al menos 70%) mientras negros empobrecidos trabajan las fincas. La clase media negra se calcula de manera optimista en apenas 5,6 millones de personas de una población de 58 millones, el 80% de los cuales son negros. El Presidente Cyril Ramaphosa fue en los inicios de su carrera política un activista y líder sindical. Hace cinco años, según la revista Forbes era uno de los 25 hombres más ricos de África. Estaba en el consejo de Lonmim, la mina de Marikana, cuando 34 mineros fueron asesinados por la policía mientras se manifestaban por un alza salarial.
